La comisaria jefa de la Policía de Santa Cruz de Tenerife anuncia su jubilación tras 40 años de servicio.
Integrante de la primera promoción de mujeres, fue pionera como jefa en capitales de provincia.
La Policía Local de Santa Cruz de Tenerife celebra este lunes la festividad de su patrona, la Virgen de Fátima, con la entrega de 54 condecoraciones y distinciones correspondientes a los servicios más destacados durante 2022. La ejemplaridad en el servicio y su especial disposición a servir a la ciudadanía.
Entre los agentes condecorados, destaca el papel de la actual comisaria principal, Carmen Delia González, que anuncia su jubilación casi cuatro décadas de servicio y tras haberse convertido en la primera jefa de este Cuerpo en todo el país.
Un vínculo entre policía y ciudad que cumple 183 años de historia en la capital tinerfeña.
En las distinciones a los agentes de la Policía Local, el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, destacó que
"La Policía Local siempre está cuando se le necesita, es la decana de toda Canarias y no se entiende Santa Cruz de Tenerife sin su Policía Local".
Su jubilación será efectiva en septiembre.
La gala de entrega de los premios de la Policía local de Santa Cruz de Tenerife, celebrada esta semana con motivo de la festividad de su patrona, la Virgen de Fátima, fue el marco elegido por la comisaria principal del cuerpo de seguridad local, Carmen Delia González Martín, para anunciar su jubilación, que se hará efectiva en septiembre y después de cuarenta años de servicio.
Delia, como la conocen sus familiares y amigos, no solo ha sido testigo de la evolución y transformación de la Policía local de Santa Cruz, desde cuando tenía su sede en la avenida de José Antonio hasta su traslado a la comisaría de Tres de Mayo, sino que ha sido protagonista de la renovación y modernización del cuerpo que ha coprotagonizado en primera persona, siendo miembro de la primera promoción de mujeres que accedieron a la Policía, en 1983, para después de más de veinte años convertirse en la primera jefa de un cuerpo de seguridad local de una capital de provincia de España. De la mano de Carmen Delia González al frente de la Dirección General de Emergencias (2007-2011).
Tras aceptar la invitación del entonces del Gobierno de Canarias José Miguel Ruano, se fijó los pilares de la Policía Canaria, desde la adquisición de vehículos a la uniformidad, y se puso en marcha, para convertirse en entre 2011 y 2013 en la primera concejala de Seguridad de Santa Cruz, hasta su reincorporación.
La actual comisaria principal ha simultaneado su formación hasta hace dos o tres años; de hecho, estando ya en el cuerpo de seguridad cursó el primero de Derecho para luego realizar Psicología, donde incluso llegó a desarrollar el doctorado que, aunque no lo llegó a defender, ahondaba en el perfil del agente para acceder a la Policía local.
Su labor en la riada.
A Delia, entonces cabo de la Policía local de Santa Cruz, le correspondió hacer la relación de coches afectados por la riada para que luego pudieran acceder al pago por los daños materiales, en algunos casos irrecuperables.
Cuando dentro del cuerpo era jefa de Seguridad Ciudadana, se produce el relevo por la jubilación de Antonio Aguilar, el comisario jefe de la Policía local hasta 2005.
Delia recuerda que le debe a su compañero Blas Hernández, también recientemente jubilado, que hoy ostente el cargo, pues no solo la animó a optar a la plaza, sino que hasta le gestionó y presentó la solicitud.
"Fue una sorpresa porque todos pensábamos que sería Bienvenido Onrubia, pero yo tenía más méritos porque había estado dando clases oficiales en la Policía Portuaria y en academias".
Si bien formó un tándem junto al propio Onrubia, Blas Hernández y Fran Márquez, el único de la cúpula que continuará en activo después de la marcha de la comisaria principal en septiembre.
Las dos premisas.
Delia mira atrás y admite que en 40 años ha cometido errores, pero siempre bajo dos premisas:
"Lo que sucedía en casa, se quedaba en casa» y «ninguna decisión se tomaba por interés propio ni por perjudicar a nadie".
Después de cuatro décadas en el cuerpo, admite su satisfacción porque «hay gente que me quiere y así lo siento», lo que no impide que haya tomado la decisión de cerrar esta etapa.
"Ha llegado el momento. Estoy cansada".
Toca ahora nada, disfrutar de su madre, de 88 años, de sus tres perros, de caminatas por la Isla. A partir de septiembre cumplirá aquel comentario con el que le respondía a su padre cuando cada vez que la veía le decía:
"Estás hecha una chiquilla". Ella le respondía: "Si me voy a jubilar ya y nos vamos a ir juntos de viaje con el Imserso".
En la pandemia se truncó ese anhelo, precisamente tres días después de que se publicaran unas fotos de una salida sorpresa que le organizaron unas amigas para aliviar el trance que pasaba.
Ahora, cuando su jubilación toca a la puerta, no quiere perder la oportunidad de disfrutar de la compañía y la sabiduría de su madre, de volver a degustar el placer por la lectura, de escuchar música, del reencuentro con María Jiménez y su litoral; eso en una primera etapa, quién sabe si luego acabar el doctorado en Psicología o cursar Periodismo para pasar a contar capítulos como los que ella ha protagonizado.
Por encima sostiene que:
"Siempre he hecho lo que he querido ser, policía de Santa Cruz".
Fuente: RTVCanaria, El Dia.
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