El secretario del Sindicato Unificado de la Policía en Canarias afirma que algunos agentes se pagan sus guantes anticortes, fundas de pistolas más seguras o extensiones de la emisora.
Agentes que deben pagar de sus bolsillos complementos de su equipamiento de seguridad y comunicaciones, falta de repuestos y dinero para cambiar las ruedas de los coches patrulla o camuflados, así como edificios que dejan mucho que desear son algunas de las críticas planteadas por el Sindicato Unificado de Policía (SUP) a la administración del Estado para que atienda las necesidades del Cuerpo Nacional de Policía.
El secretario de esta organización en Canarias, José Luis Guedes, afirma que, en ocasiones, ante la falta de recursos económicos y de buena administración de los recursos, los agentes tienen que comprarse parte de sus equipamientos.
El portavoz del SUP recuerda que policías de Gran Canaria, hace algún tiempo, optaron por comprar cascos de su bolsillo y colocarles pegatinas del Cuerpo Nacional de Policía para poder operar. Tras la denuncia en medios de comunicación, se supo que en un almacén estaban guardadas 19 unidades.
Otro ejemplo de carencia es el de los guantes anticortes, para evitar lesiones con armas blancas o cristales. A veces, no existen guantes para todos o no se dispone de las tallas apropiadas en una provincia, aunque sí existan en la otra.
José Luis Guedes explica que la "portadora" es un instrumento que permite llevar la emisora junto al hombro para escuchar mejor las comunicaciones.
Muchos funcionarios que trabajan en la calle deciden pagar más de 30 euros de su bolsillo y disponer de tal complemento.
La funda de la pistola aportada por el CNP tiene un ajuste de seguridad, pero se estima insuficiente para algunos servicios operativos. Disponer de una funda con tres puntos de seguridad les cuesta a algunos policías pagar de sus ingresos 70 u 80 euros. Así se dificulta la pérdida o el robo del arma por algún delincuente.
Otro problema consiste en la falta de dinero para adquirir repuestos para los radiopatrullas, que se usan 24 horas y en apenas 4 o 5 años llegan a tener 300.000 kilómetros de rodaje.
Al desgaste habitual en estos coches, Guedes menciona que algunos de ellos sufren daños serios en la carrocería, como, por ejemplo, abolladuras o rotura de lunas. Sin embargo, por parte del Gobierno del Estado no se aporta el presupuesto para cubrir esta demanda.
El problema serio aparece en el momento en que los agentes deben circular a elevadas velocidades con las ruedas lisas, muy por debajo de los límites de seguridad.
Y es que la falta de medios para atender esa contingencia puede provocar algún accidente, según el portavoz del Sindicato Unificado de Policía. A pesar del esfuerzo de los funcionarios de los servicios de automoción, faltan repuestos apropiados para que numerosos coches en el Archipiélago tengan un aspecto y funcionamiento adecuados.
Hace más de 10 años que la Dirección General acordó la sustitución de las armas de fuego reglamentarias, que pasaron de las clásicas Star a las HK, que tienen un mantenimiento más sencillo.
Actualmente hay policías nacionales que trabajan con pistolas que tienen 30 años. Esa circunstancia obliga a la administración a cubrir piezas de dos modelos distintos, lo que inevitablemente también genera más gastos.
Una permuta para la nueva Comisaría del Puerto.
Si la Comisaría del Puerto de la Cruz fuera la sede de una empresa privada, estaría precintada por no reunir las condiciones mínimas de salubridad, según José Luis Guedes, quien comenta que el edificio "se cae a cachos".
Policías y ciudadanos tienen que sufrir en dicha sede malos olores, deficiente climatización, humedades y serias carencias en aseos o vestuarios, por ejemplo. Guedes califica el antiguo hotel edificado en los 70 como "una vergüenza" en plena zona turística.
De hecho, como existe riesgo de desplome de parte de su fachada, hay un espacio acotado con vallas para evitar que haya heridos ante cualquier desprendimiento.
Además, todavía faltan respuestas a una iniciativa de un empresario que ofreció una permuta de suelo. Es decir, que aporta una parcela en otra zona del Puerto de la Cruz para facilitar la edificación de una nueva Comisaría en condiciones a cambio de quedarse con el terreno de la sede actual de la Policía Nacional.
Para el secretario en Canarias del SUP, esta opción debe estudiarse seriamente por parte del Gobierno del Estado para acabar con un serio problema estructural. A juicio del portavoz del Sindicato Unificado de Policía, la imagen que se llevan los turistas de dicho recinto es deplorable.
Las claves.
La Comisaría portuense tiene malos olores, fallos en la climatización, humedades y carencias en vestuarios y aseos. Si fuera una empresa, estaría ya precintada, según el SUP.
Existe una iniciativa empresarial para ofrecer una parcela donde se construya un nuevo edificio en el Puerto de la Cruz. En ocasiones, los agentes tienen que circular con vehículos con las ruedas lisas, que suponen un serio peligro para conducir a gran velocidad en persecuciones o asistencia a servicios de urgencia.
A veces, en el área de automoción no existen repuestos para los vehículos dañados en accidentes u otras incidencias. Algunos funcionarios carecen de guantes "anticortes", que resultan fundamentales para evitar en las manos lesiones de arma blanca o con cristales. A veces faltan unidades y otras, las tallas adecuadas.
Publicado en: El Día
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