martes, 12 de marzo de 2013

S/C. de Tenerife - Campos electromagneticos “perjudiciales” en Perez de Ayala.

 

Las mediciones de los campos electromagnéticos existentes en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en la santacrucera calle de Pérez de Ayala dan, como media, unas diez veces más de lo recomendable por la Organización Mundial de la Salud.

Todas las mediciones señalaban a la antena más próxima, justo al lado de la comisaría y demasiado cerca de los centros educativos de la zona, pero una antena más lejana mostró registros mucho más elevados gracias a una medición unidireccional (FOTO: DA) Según detallaron los miembros de la Plataforma de Afectados por Antenas Móviles de Canarias (Planmocan), La principal fuente de emisión de tales campos electromagnéticos procedía, como se temía, desde una antena para telefonía móvil situada en las cercanías de la comisaría y lo que resulta más inquietante, de unos cuanto centros escolares existentes en la zona.

Pero finalmente resultó ser otra antena, algo más lejana, la que mayor registro alcanzó en los medidores que portaban los dos miembros de Planmocan presentes:

Antonio Porras y Antonio Barroso.

Según detallaron estos dos activistas sociales, ya veteranos en la lucha para erradicar antenas de estas características en zonas como Barranco Grande o El Sobradillo, la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es de 0,1 microvatio por centímetro cuadrado o, lo que es la misma proporción, 100 microvatio por metro cuadrado.

Sin embargo, varios puntos de la comisaría ubicada en la calle de Pérez Ayala dieron mediciones de 1.000 microvatios por metro cuadrado, como por ejemplo en la puerta, en la azotea y en las escaleras del edificio.

Por contra, en varios pisos los campos electromagnéticos que no dependen sólo de la existencia de estas antenas, variaban desde los 200 a los 400 microvatios por metro cuadrado.

Cuestionados sobre la fiabilidad de estas mediciones, los miembros de la asociación mostraron a este periódico que se trata de aparatos homologados por la Unión Europea, aunque si advirtieron que no son de una exactitud extraordinaria porque para ello habría que realizar las mediciones teniendo en cuenta horarios, días de la semana, etcétera.

“Son útiles porque nos orientan para localizar si nos encontramos en un lugar excesivamente expuesto. Tal y como medimos aquí, estoy seguro de que en este barrio hay mayor incidencia de determinados problemas de salud, tales como insomnio, cefaleas y, en los peores casos, cáncer”, relatan a este periódico las mismas fuentes.

Eso sí, los miembros de la Planmocan son claros y explican que no hay estudios que relacionen estas enfermedades o similares con la presencia campos electromagnéticos tan elevados, “pero tampoco lo contrario. Y lo que sí sabemos es que donde hay antenas, hay problemas”.

Por su parte, el portavoz de la Confederación Española de Policía, José Luis Gallardo, opinó respecto de las mediciones (que contaron con total colaboración por parte del Cuerpo Nacional de Policía) que su sindicato “se mueve movido por una denuncia anterior, dado que tres compañeros que trabajaron durante largos años en la misma estancia de esta comisaría desarrollaron tumores similares en el cráneo, y uno de ellos lamentablemente ya ha fallecido”.

“Ahora hemos solicitado a Planmocan para llevar a cabo estas mediciones que, según su trabajo, continúa Gallardo, está claro que las personas que trabajan aquí reciben radiaciones por encima de lo aconsejable. Esperaremos a ver qué ocurre con el informe que aún no nos ha entregado la Administración, pero ya contamos con una opinión independiente”.

¿Y la legislación española? “Un disparate, irreal” explica Porras.

“Sólo es ilegal a partir de los 100.000 microvatios por metro cuadrado. Es realmente lamentable pero es lo que tenemos en este país”.

 

 

Publicado en: Diario de Avisos

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