miércoles, 31 de octubre de 2012

Guía de Isora - El Seprona descubre una finca ilegal de ovejas.

 

El Equipo de Protección de la Naturaleza (Seprona), junto con una patrulla Fiscal y de Fronteras (Pafite) de la Guardia Civil de Playa de las Américas han intervenido una finca de explotación ganadera en el sur de isla de Tenerife que al parecer no tenía los permisos pertinentes para ejercer dicha actividad.

Guardia Civil - Servicio Proteccion NaturalezaUna nota de la Guardia Civil informa de que los hechos sucedieron cuando los agentes del Instituto Armado localizaron una granja de ganado ovino, en una finca situada en la zona conocida como Vuelta Grande en el municipio de Guía de Isora, donde tenían conocimiento de que se estaba llevando a cabo distintas actividades de cría, sacrifico, venta y comercialización de animales, concretamente ovejas.

La Guardia Civil tras inspeccionar la granja requirió la documentación pero el dueño de la misma no pudo aportar certificación alguna de la licencia de apertura, explotación ganadera o de documentación de los animales para la dicha actividad.

En la finca, los agentes pudieron observar cómo varios animales colgaban del techo de un cuarto, despellejados, y algunos sin cabeza, mientras algunas personas sacrificaban a varios ejemplares de corderos en ese momento.

Según el relato de la Guardia Civil, otros animales ya habían sido despedazados y se encontraban en el maletero de un coche, envueltos en plástico para su transporte.

El dueño manifestó poseer de 60 a 70 cabezas de ganado ovino, y de permitir a personas que les habían comprado las piezas, sacrificarlas en el recinto.

Los agentes levantaron la correspondiente acta de infracción administrativa.

La Guardia Civil llevó a cabo este operativo tras tener conocimiento de que algunas fincas de la comarca pudieran estar dedicándose al sacrificio de animales, teniendo en cuenta que por estas fechas se celebraba la Fiesta del Cordero o la fiesta del sacrificio (Aid al-Adha) o fiesta grande (Aid-al Kebir) que es la fiesta mayor del calendario lunar para los musulmanes.

Para ello, emplean una cabra o un cordero. En este caso el animal debe estar en perfecto estado. Se comprueba que no esté enfermo, tuerto o cojo.

En cuanto al sacrificio en sí del cordero, este ha de hacerse cuando está vivo. El animal es orientado hacia la Meca y el matarife le clava un cuchillo perfectamente afilado en la concavidad del bajo cuello, realizándole un corte seco, limpio e inmediato. De 10 a 20 segundos es lo que tarda el animal en quedar inconsciente por falta de oxígeno. Antes y después del acto se deben hacer unas oraciones. En ocasiones se le corta directamente la cabeza.

Publicado en: La Opinión

Policia Local Canaria

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