lunes, 29 de mayo de 2023

España - Pedro Sánchez convoca elecciones generales para el próximo 23 de julio.

Pedro Sánchez adelanta las elecciones generales al 23 de julio ante el resultado de las autonómicas.

El Presidente Pedro Sánchez en la Moncloa adelanta las Elecciones Generales (BORJA PUIG DE LA BELLACASA AFP).
El Presidente Pedro Sánchez en la Moncloa adelanta las Elecciones Generales (BORJA PUIG DE LA BELLACASA AFP).

Noche electoral dramática para el PSOE y reacción drástica y rápida de Pedro Sánchez a la mañana siguiente.

El presidente del Gobierno ha decidido adelantar las elecciones generales al 23 de julio ante el riesgo de que un desgaste más largo de su Ejecutivo en los próximos meses, con una derecha envalentonada tras su rotundo éxito electoral, acabe con una mayoría absoluta rotunda del PP y Vox.

“Asumo en primera persona los resultados y creo necesario dar una respuesta. Muchos presidentes con gestiones impecables han dejado de serlo. Todo esto aconseja una clarificación de los españoles sobre las fuerzas políticas que deben liderar esta fase. Lo mejor es que los españoles tomen la palabra para definir el rumbo político del país”, ha dicho Sánchez durante una breve comparecencia.

El Consejo de Ministros extraordinario de esta tarde dará forma jurídica a la decisión, que fue comunicada por antes al jefe del Estado, Felipe VI.

Sánchez, acostumbrado a las decisiones arriesgadas en toda su carrera, ha optado por la más peligrosa de todas ellas, pero también la única que nadie esperaba en la noche electoral. El presidente pone así a los votantes, en especial a los progresistas, ante la tesitura de tener que decidir casi inmediatamente si quieren consolidar el resultado de las elecciones autonómicas y municipales, que entrega casi todo el poder al PP y Vox, y permitir que eso sea lo que llegue también a La Moncloa, o se movilizan para impedirlo.

Sánchez incluso renuncia así al escaparate que suponía la presidencia española de la UE y llama a los españoles a decidir ya, en pleno arranque del semestre.

En 2019, también contra todo pronóstico y cuando llevaba solo unos meses gobernando tras la moción de censura de 2018, Sánchez también se lanzó a un adelanto electoral arriesgado en abril, que resultó exitoso.

En ese momento hubo una gran movilización de la izquierda española ante la amenaza de que gobernara Vox, que venía de dar la campanada en Andalucía en diciembre de 2018.

Han pasado cuatro años y Vox ya no es una hipótesis, sino una realidad creciente, según los resultados del domingo. Y el PP se ha recuperado mucho desde 2019, cuando obtuvo los peores resultados de su historia tanto en las generales como en las autonómicas.

Ahora, el riesgo de que el PP gobierne con Vox no es algo difuso, sino casi una certeza.

Por eso, Sánchez se la juega a todo o nada muy rápidamente, en un movimiento típico de él, para intentar a la desesperada que una movilización extraordinaria de la izquierda, que no se ha visto por ningún sitio en las municipales y autonómicas, pueda obrar el milagro de frenar la ola conservadora que ya se ha visto en varios países de Europa y ahora llega a España.

El presidente podría haber tomado otro tipo de decisiones drásticas, como cambiar su Gobierno, romper la coalición o anunciar algún tipo de cambio en sus alianzas, pero ninguna de ellas era tan radical como esta y todas implicaban una maduración de meses para llegar finalmente en una posición similar a las elecciones de diciembre.

Sánchez pone así a sus propios votantes potenciales y a los de los otros grupos de la mayoría ante la tesitura de decidir si dejan que gobiernen PP y Vox con los votos que lograron este domingo, que según la correspondiente extrapolación no les daría la mayoría absoluta, aunque podrían mejorar su resultado en generales o se movilizan de forma rotunda para impedirlo.

El riesgo que asume el presidente y con él el PSOE, Unidas Podemos y todos los grupos de la mayoría, es que el voto llegue en un momento de subidón anímico de la derecha, que ha mostrado una movilización extraordinaria alrededor del mensaje de “derogar el sanchismo”, y esta decisión acabe por mejorar incluso la mayoría de PP y Vox y hundir aún más a la izquierda.

Pero Sánchez ya ha tomado decisiones de este tipo en el pasado, como el adelanto electoral de 2019 y, sobre todo, la repetición de las elecciones ese mismo año.

“He tomado esta decisión a la vista de los resultados de las elecciones celebradas ayer”, ha justificado Sánchez.

“La primera consecuencia que tendrán estos resultados será que magníficos presidentes autonómicos y alcaldes socialistas se van a ver desplazados con una gestión impecable y ello a pesar de que muchos de ellos han visto incrementado su apoyo en el día de ayer”, ha señalado.

Entre los presidentes autonómicos del PSOE que han caído se encuentran el valenciano Ximo Puig, el extremeño Guillermo Fernández Vara, el aragonés Javier Lambán, la balear Francina Armengol o la riojana Concha Andreu.

La derrota socialista no tiene paliativos.

La segunda consecuencia de las elecciones del domingo, ha continuado Sánchez, es que numerosas instituciones pasarán a ser gobernadas por nuevas mayorías conformadas por el Partido Popular y por Vox.

“Aunque las votaciones de ayer tenían un alcance municipal y autonómico, el sentido del voto traslada un mensaje que va más allá”, ha admitido.

“Por eso, como presidente del Gobierno y como secretario general del PSOE, asumo en primera persona los resultados y creo necesario dar una respuesta y someter nuestro mandato democrático a la voluntad popular”, ha señalado.

Sánchez ha resaltado, en todo caso, que España “está a punto de superar” una etapa de crisis derivada de la emergencia de la pandemia del coronavirus y de la guerra en Ucrania.

“Encaramos una senda clara de crecimiento, de creación de empleo y de cohesión social. Y a estas alturas de la legislatura el Gobierno ha sacado adelante las grandes reformas comprometidas en el discurso de investidura, en el programa de Gobierno y también en nuestro acuerdo con la Comisión Europea”, ha subrayado.

Pero ha recordado también que España asumirá el próximo 1 de julio la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea, “una responsabilidad muy importante en este contexto geopolítico”.

Sánchez alega que “lo mejor es que los españoles tomen la palabra y se pronuncien sin demora para definir el rumbo político del país”.

“Todas estas razones, aconsejan una clarificación sobre la voluntad de los españoles sobre las políticas que debe aplicar el Gobierno y sobre las fuerzas políticas que deben liderar esta fase”, ha advertido.

Ha asegurado que solo existe un método “infalible”: la democracia.

“Por consiguiente, lo mejor es que los españoles tomen la palabra y se pronuncien sin demora para definir el rumbo político del país”, ha concluido Sánchez.

Fuente: La Vanguardia, El País, Diario de Avisos.

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