Un hombre de 37 años de edad ha fallecido después de ser inmovilizado por agentes de la Policía Nacional, que le redujeron cuando circulaba por la calle Joan Miró de Palma en ropa interior y de manera agitada.
Ayer volvíamos a ver como surge otro caso de desconocimiento por parte de la ciudadanía y de los medios de comunicación en cuanto a protocolos e intervención policial.
Testigos de los hechos “acusaban” a un Agente que redujo y sostuvo a un exaltado, de su muerte.
Los Agentes, miembros del CNP, llegan al lugar tras ser informados que un individuo había saltado desde un primer piso y casi desnudo corría por las calle de Palma.
Estos lograron retenerlo hasta la llegada del servicio de urgencias que tardó, según fuentes, mas de media hora en llegar al lugar.
La postura empleada por el Agente, pareció confundir a los testigos, este arrodillado, sujeta al individuo apoyando su cuerpo sobre el mismo entre la pelvis y el estomago, esto es, sin perturbar para nada la respiración del detenido.
Nadie se queja de que la primera ambulancia tardara unos cuarenta y cinco minutos en llegar, nadie se paro para auxiliar a los agentes y sujetar al detenido, pero todo el que pasaba por allí al ver llegar las cámaras de televisión pudo opinar que no le parecía correcta la forma de retener al detenido.
Además, según ha informado el Cuerpo Nacional de Policía en un comunicado, los servicios sanitarios localizaron en el interior de la boca del fallecido una pequeña bolsita, que contenía una sustancia que podría ser cocaína.
El fallecido, que respondía a las iniciales R.T.G., fue socorrido por una patrulla de prevención que circulaba por la calle Joan Miró, al observar a un individuo, descalzo y en calzoncillos que corría de forma agitada entre los coches aparcados y los viandantes.
Según la nota de la Policía, cuando los agentes le alcanzaron, reaccionó de forma agresiva por lo que tuvo que ser inmovilizado en el suelo para evitar que siguiera huyendo y pudiera poner en peligro, tanto a terceras personas, como el tráfico rodado o incluso a él mismo. Por ello, procedieron a solicitar una ambulancia de carácter urgente.
Así, mientras R.T.G. se encontraba reducido en el suelo a la espera de los servicios médicos, comenzó a convulsionar, en el momento en el que una doctora y una enfermera se acercaron a los policías para asistirle, hasta la llegada de la ambulancia, que intentaron estabilizarlo mediante la práctica de la respiración cardiopulmonar, hasta que finalmente falleció.
La autopsia efectuada al hombre que este lunes murió en Palma mientras estaba siendo inmovilizado por un policía nacional en una calle, dice que falleció a causa de una sobredosis, y no por aplastamiento torácico. La víctima, que corría semidesnudo por la calle, amenazó con tirarse por la ventana esa misma mañana, según ha confirmado su pareja.
Todo indica que el hombre sufrió lo que se llama el síndrome de "delirium agitado", que se produce tras la ingesta de una alta cantidad de droga, normalmente cocaína. Este síndrome provoca en un principio un comportamiento hiperactivo y violento y, más tarde, puede producir la muerte o lesiones muy graves.
Aún falta por saber qué droga ingirió, lo que se resolverá cuando se analice la sustancia que llevaba en la boca en el momento de la muerte.
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