sábado, 12 de mayo de 2012

Granadilla - Aterriza un avión amenazado de bomba en el Reina Sofía.

 

La amenaza de dos pasajeros de un avión procedente de Manchester de que estaban en posesión de una bomba obligó a retirar la aeronave a un punto apartado del aeropuerto Reina Sofía, donde  los efectivos de seguridad del aeródromo tinerfeño se vieron obligados a actuar bajo los protocolos de emergencia.

Al parecer, a poco de despegar, dos jóvenes pasajeros de alrededor de veinte años y de nacionalidad británica indicaron a una de las azafatas que tenían una bomba.

El comandante de la aeronave comunicó la incidencia a la torre de control y una vez que aterrizó en el aeropuerto tinerfeño las autoridades intervinieron. Tras tomar todas las medidas de seguridad oportunas la Guardia Civil accedió al interior y detuvo a los dos individuos sin que se encontrase ningún artefacto.

Los jóvenes británicos identificados como Aidam-Paul Jenvis, nacido en 1992, y Mathan-Levi Trirpicn, nacido en 1993, fueron los causantes de la falsa amenaza de bomba que obligó a cerrar ayer durante una hora el aeropuerto de Tenerife Sur.

Los dos gamberros viajaban en un avión Boeing 757-200 de la compañía Thomas Cook, el vuelo procedía de la capital británica de Manchester, con 218 pasajeros y ocho tripulantes a bordo y pertenece a la compañía Tomas Cook.

Los hechos sucedieron hacia las 12:25 horas, cuando el Centro de Control de Tráfico Aéreo de Gando, en Gran Canaria daba la voz de alerta de que un avión de bandera inglesa solicitaba tomar tierra en emergencia en Tenerife Sur porque dos pasajeros habían comunicado a la tripulación que viajaban a bordo con un artefacto explosivo que pensaban hacer estallar.

A partir de ese momento, se activó el protocolo de actuación para estos casos. Desde el Centro de Control Aéreo se dio aviso al 802 Escuadrón del Servicio de Búsqueda y Salvamento del Ejército del Aire (SAR) que preparó una tripulación por si era necesaria su actuación. A su vez, la sala del Cecoes 112 pasó aviso a la Policía Local de Granadilla de Abona y al Cuerpo General de la Policía Canaria.

Mientras, desde la Central Operativa de Servicios (COS) de la Comandancia de la Guardia Civil se activó el Grupo Rural de Seguridad nº 8 y las unidades de Policía Judicial y del Servicio de Información, así como el Tedax del Instituto Armado. Al frente de todo este despliegue, se situó el director del aeropuerto Reina Sofía, que activó los diversos medios de emergencia disponibles.

Una vez el avión tomó tierra, siguiendo el protocolo establecido, la aeronave fue conducida hasta la cabecera 26, en las cercanías de la cueva del Hermano Pedro. Fue el propio comandante de la aeronave el que sobre las 13:20 requirió la presencia de la Guardia Civil.

Varias dotaciones de la Unidad de Seguridad del Reina Sofía subieron a bordo y tras localizar a Aidam-Paul Jenvis y Mathan-Levi Trirpicn consiguieron reducirlos. Una fuente policial que intervino en el operativo relató que estos estaban asustados y que, incluso, uno de ellos lloraba al percatarse del problema en el que se habían metido. Tras ser detenidos, se ordenó la evacuación del Boeing 757-200 y el pasaje fue trasladado hasta las dependencias del aeropuerto Reina Sofía.

Técnicos en Desactivación de Explosivos (Tedax) de la Guardia Civil acompañados de la Unidad Cinológica inspeccionaron de manera concienzuda el interior de la aeronave así como el equipaje de bodega, con resultado negativo.

Los dos turistas británicos fueron conducidos hasta las oficinas de la Guardia Civil donde se les instruyeron las correspondientes diligencias por un supuesto delito de desórdenes públicos por una falsa alarma de bomba. Anoche durmieron en los calabozos de la Policía Local de Granadilla, a la espera de ser puestos hoy a disposición de la autoridad judicial competente.

Al parecer, estos individuos se encontraban bajo los efectos del alcohol, sin descartarse el consumo de drogas.

Seguridad y protocolo.

El protocolo que siguen las autoridades aeronáuticas para este tipo de situaciones obliga a conducir la aeronave hasta una zona remota y contraria a la pista que se está empleando en esos momentos.

En el caso de ayer, el aeropuerto Reina Sofía permaneció cerrado al menos una hora. Es muy probable que la tripulación hubiese empleado el código 75.00 que significa interferencia ilícita. Los otros dos son el 77.00 que señala que el avión tiene una emergencia general (fallo de un motor, vuelan con un solo piloto por ejemplo) y el 76.00, que es el utilizado cuando fallan las comunicaciones en la aeronave.

En el caso de ayer surge la duda de que legislación es la aplicable. Fuentes de la Guardia Civil señalaron que les será de aplicación la Ley de Navegación Aérea de 1982, mientras que otras fuentes apuntaban a que serán juzgados de acuerdo a la legislación británica, mucho menos benigna que la española, ya que al haber ocurrido el incidente en una aeronave propiedad de una empresa británica, se considera territorio de ese país.

 

Publicado en: Diario de Avisos, La Opinión

Policia Local Canaria

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