Más de 2.500 kilos de alimentos han sido robados de una sede de la Cruz Roja en Arona, que hasta final de año fue Centro de Acogida a Inmigrantes, y que iban destinados a las familias más necesitadas del municipio.
José Luis Camisón, coordinador de la ONG en el municipio ha expresado su indignación por esta sustracción que perjudica, no a la institución, sino a los vecinos, últimos destinatarios de esta partida de alimentos.
Camisón explicó que en la sede de la Cruz Roja estaban depositados 4.000 kilos de comida procedentes del Banco de Alimentos del Fondo Social Europeo, correspondientes a la última partida del pasado año.
La Cruz Roja decidió depositarlos en este centro que hasta el 31 de diciembre del pasado año funcionaba como Centro de Acogida a Inmigrantes, y al que se le había instalado una puerta de seguridad porque había sido asaltado dos veces y destrozado el mobiliario.
Cortar barrotes.
Una vez depositados los alimentos, los autores del robo procedieron en la noche del domingo a cortar con una radial los barrotes de una pequeña ventana de la fachada lateral y se apoderaron de todo lo que pudieron. El robo no fue descubierto hasta la tarde del martes, dado que la sede se encuentra cerrada, por José Luis Camisón, quien presentó la denuncia en las oficinas de la Guardia Civil.
Pero, de nuevo, en la noche del martes al miércoles, los ladrones volvieron a por más alimentos pero, al parecer, no pudieron con todo porque dejaron varias cajas, que ayer por la mañana eran trasladadas a un centro más seguro.
La indignación del coordinador de la Cruz Roja era ayer patente porque “no roban a la institución, sino que son alimentos para personas que atraviesan muchas dificultades”, quizás sus propios vecinos.
Lo cierto es que en lo que va de año han sido cinco veces las que han asaltado esta sede, ubicada en el barrio de Vento. La última, ayer tarde, que acabó con el traslado al cuartel de la Guardia Civil de dos jóvenes que fueron sorprendidos por los representantes de Cruz Roja en el interior de la sede.
Alarma.
Todo esto ha motivado que en breve será instalada una alarma, dado que las instalaciones serán reformadas para poder ofrecer cursos y talleres a aquellas personas que estén interesadas.
Aparte del robo de los alimentos hay que señalar los daños ocasionados en las puertas de los cuartos para acceder a los alimentos o cualquier otro material que interesara a los ladrones. Desgraciadamente, en este caso las víctimas son las personas más necesitadas del municipio.
Fuente: Diario de Avisos
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